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AVACU reclama más y mejores medidas para promover la electrificación y la eficiencia energética como respuesta a la pobreza energética
19/02/2024En el contexto actual de crisis energética, económica y social, la pobreza energética, lejos de solucionarse, está aumentando de forma alarmante. Por ello, este año 2024, en el marco de la Semana Europea contra la Pobreza Energética (del 17 al 23 de febrero), desde AVACU, junto con otras organizaciones miembro de la Federación de Consumidores y Usuarios CECU, volvemos a reivindicar el derecho a un suministro energético asequible y no contaminante para todas las personas, como marca el Objetivo de Desarrollo Sostenible 7 establecido por la ONU.
El Bono Social es, a día de hoy, la única herramienta de protección para los colectivos más vulnerables, pero es insuficiente. En nuestro país, más de 9,5 millones de personas se encuentran en riesgo de pobreza (el 20,4% de la población según datos INE) y solo 1.550.546 son beneficiarios de esta ayuda (según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a 30/09/2023).
Uno de los principales motivos de esta falta de cobertura es que coloca la responsabilidad sobre las personas consumidoras, ya que son estas las que deben solicitar la ayuda para poder recibirla. Para muchas personas, realizar este trámite no es nada sencillo: no todas disponen de los medios técnicos para hacerlo, de conexión a internet o de la familiarización con los conceptos necesaria para entender el procedimiento. Además, no interviene sobre el precio de la energía a pesar de sus alarmantes subidas, sino que pone el foco en el porcentaje de descuentos de los beneficiarios y lo modifica en función de las variaciones del mercado eléctrico. Tampoco pone el foco ni pretende transformar las necesidades energéticas reales de las personas, sino que se limita a aplicar el descuento en la factura, sin ayudar a evitar sobreconsumos. En definitiva, se trata de una medida asistencialista que pone un parche al problema, pero no transforma ni resuelve la situación.
Frente a esto, AVACU reivindica medidas estructurales para garantizar que la electrificación de la demanda, el acceso a energías renovables o a la rehabilitación energética lleguen a quienes más lo necesitan.
Apostar por la eficiencia energética es para CECU la manera de garantizar que todas las personas viven en hogares saludables y agradables. Sin embargo, esta es una asignatura todavía pendiente en nuestro país. Según datos de los certificados energéticos expedidos en 2021 a viviendas existentes, disponibles en la página web del IDAE, 4.116.398 fueron de una calificación peor que E, mientras que solo 300.847 obtuvieron un certificado C o superior. Esta falta de eficiencia explica en gran parte que el 43,5% de las personas consumidoras en España vivan en una situación de vulnerabilidad energética al no poder mantener sus hogares a una temperatura adecuada, según un informe de CECU. La eficiencia energética es la única manera de garantizar que la energía que consumimos no se desperdicie, evitando así facturas abultadas y emisiones innecesarias.
Por otra parte, CECU echa en falta una promoción decidida por parte de las administraciones públicas de las bombas de calor, sistemas de climatización que sirven tanto para el invierno como para el verano, que pueden funcionar con energías renovables y que son mucho más baratas que el gas y que cualquiera de sus alternativas, incluido el hidrógeno, que se calcula que encarecería las facturas de las personas consumidoras en el medio plazo. Conseguir acelerar el cambio de los sistemas de calefacción de gas a las bombas de calor significaría, además, avanzar en la independencia energética y proteger a los hogares españoles frente a shocks en el mercado internacional, como el vivido desde la invasión rusa de Ucrania.
Más medidas contra la pobreza energética
Además de estas propuestas, AVACU se suma a la demanda de CECU para la realización de una auditoría de precios del mercado eléctrico para garantizar precios justos y transparentes. Reivindica, también, el avance hacia un sistema de tarifa social como alternativa al actual bono social, de concesión automática y comprensión sencilla, que reconozca el suministro energético como un suministro esencial.
Para fomentar la participación de las personas consumidoras en el sector, AVACU defiende las comunidades energéticas inclusivas, orientadas a garantizar el acceso a la energía, la rehabilitación energética y la formación de las personas consumidoras, sin perder de vista sus derechos.